Si vas a comprar tú el material de construcción para la reforma de tu casa es porque han sucedido dos opciones; en la primera puede que seas tú quien vaya a ponerse el mono de trabajo y haga directamente la reforma, asumiendo los riesgos y conocimientos que se deberían dominar si lo que deseas ver es un buen resultado y evitar al máximo los riesgos para la salud.
Para esta opción, deducimos que eres un profesional o al menos sabes exactamente lo que vas a hacer, por lo que nos saltaremos el punto de las precauciones en la obra, y nos centraremos en la importancia de la calidad del material que debes comprar.
No busques el ahorro, que éste no sea tu principal prioridad, ya que si lo único que haces es guiarte por los precios, probablemente llegaran a tu casa materiales de calidad baja, lo que generaría un problema a la hora de trabajar con ellos o incluso en un futuro corto, ya que podrían provocar que tuvieras que volver a realizar la reforma viendo los malos resultados del trabajo hecho.
El presupuesto ha de estar cerrado, pero nunca reducido al mínimo, al igual que sucede con la segunda opción: Comprar tú los materiales para que otros los empleen en la construcción de la reforma.
Aquí sucede exactamente lo mismo, es entendible que prefieras comprarlos tú para asegurarte que se emplean los que querías, sin embargo, esta responsabilidad a veces provoca que también se mire el precio y las decisiones se vean condicionadas.
Recuérdalo, si vas a hacer una reforma en casa, asegúrate de que el presupuesto para la compra de material es el adecuado, la calidad no debería verse comprometida nunca, por tu seguridad y por el resultado de tu trabajo.
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