reformar una vivienda para vender

Si desea reformar una vivienda para vender tenga presente los siguientes puntos.

Es muy habitual que para intentar vender una vivienda antes se proceda a una reforma de la misma. Ello suele facilitar que la vivienda se venda antes y que se obtenga mayor beneficio.

Sin embargo,  no todas las reformas aportan iguales ventajas a la hora de la venta, de hecho,  algunas pueden incluso dificultarla.

Una regla básica es comparar la vivienda con otras casas en venta en el mismo vecindario.

Si cuando realice la reforma queda mejor que las otras, es muy probable que no recupere tu inversión y, si queda por el contrario queda peor, las otras casas del mercado se venderán antes.

Investigue qué características se consideran estándar en el vecindario, como, por ejemplo, una barbacoa, una piscina, número de habitaciones, baños…

Actualmente, los compradores buscan comprar una casa para reformar o bien una que esté reformada y se pueda entrar a vivir. Pero por el dinero extra que puede causarles una reforma muy superior al resto pueden preferir comprar en otra zona mejor.

Intente evitar proyectos difíciles y que duren mucho tiempo, como añadir más metros a tu casa. Es muy probable que no recuperes el dinero que se gaste

Piense siempre mucho más allá de sus gustos personales.

No intente hacer reformas que lleven a que una vez hecha la vivienda parezca más grande. Es un error tirar paredes que disminuyan el número de habitaciones o baños. Generalmente es más útil disponer de una tercera habitación que tener una gran suite.

Otro gasto que puede no salir a cuenta al reformar para vender es construir una piscina. Aunque para algunos compradores tienen como requisito que la vivienda disponga de piscina, éste elemento aumenta los gastos de mantener una casa de forma importante y puede suceder que la persona que lo vaya a comprar desee tener más terreno.

Hoy en día, una casa que no necesite reformas para entrar a vivir tiene grandes posibilidades de ser vendida antes.

Tenga presente siempre, antes de proceder a la reforma,  cómo está el mercado inmobiliario, la situación económica y las perspectivas actuales de los compradores. No gaste tiempo y dinero en mejoras sin asegurarse de entender qué quieren los compradores.

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